"Un oasis almeriense": Sierra de Alhamilla y Desierto de Tabernas

Empezamos la ruta en su balneario, de raíces romanas y andalusíes, en pleno paraje natural Sierra de Alhamilla. Elegimos una de las muchas rutas que lo circundan para dar un paseo.

El paisaje de este macizo montañoso, que en cierta manera nos recuerda a los del Mediterráneo oriental, aunque árido presenta un relieve muy peculiar, con vertientes muy abruptas que son resultado de la erosión de una geología integrada por esquistos y cuarcitas, donde tienen un papel principal las surgencias de agua, como estas de los históricos baños de Sierra Alhamilla que manan a 58ºC de temperatura.

La masa de encinas que antaño se extendió por toda Almería, se ha refugiado en esta zona montañosa constituyendo una verdadera reliquia y actuando como un gran pulmón que oxigena a los asolados páramos circundantes.

Además, siendo un lugar con gran diversidad de especies de aves, especialmente rapaces y esteparias, ha sido declarado ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves) por la Unión Europea.

Los Millares, enclave arqueológico




Cierro una cita con Martín, arqueólogo y coordinador de este yacimiento. Es realmente un enclave enigmático que te transporta a la Edad del Cobre, hace más de 5.000 años. Los diversos anillos de murallas de piedra y las estructuras circulares de las viviendas nos revelan la ingeniería avanzada de esta antigua civilización. Aquí, los habitantes de Los Millares se dedicaban a la agricultura, la metalurgia y el comercio, siendo un importante centro de la región: la ciudad más antigua del occidente europeo.

Caminar entre los testimonios pétreos y penetrar en las cámaras funerarias, llamadas tholos, nos permite imaginar la vida, pero también la muerte, y las creencias de aquellos que poblaron este lugar milenario.

Sin duda, un viaje en el tiempo, una oportunidad para conectar con las raíces de la humanidad y maravillarse con la grandeza y la misteriosa desaparición de una civilización anclada en las brumas del pasado.

Nota: No te olvides de cerrar cita para la visita.

"Un oasis almeriense": Sierra de Alhamilla y Desierto de Tabernas

Desierto de Tabernas, el silencio te envuelve



Hacemos una parada en el Parking del MiniHolliwood para contemplar este paraje tan sorprendente, disfrutando también de un emblemático plató del cine de western. Ajeno a las corrientes húmedas del Mediterráneo y arrinconado entre las sierras de los Filabres y Alhamilla, este paisaje se caracteriza por presentar cárcavas, taludes, torrenteras y ramblas, y parece transmitir una desolación absoluta cuando, por el contrario, te llega a tocar lo más hondo del alma. Se dice que este paisaje árido de llanuras calcinadas, cuyo origen geológico estuvo en los fondos marinos del Mediterráneo, llega a crear una sensación paradójica de incertidumbre y asombro en los visitantes. Reconocido como el único desierto propiamente dicho en todo el continente europeo, te ofrece un museo natural a escala real y de gran interés para el conocimiento de los procesos geológicos y la erosión.

Aparentemente la flora del desierto de Tabernas es única y hay plantas raras a nivel mundial que sólo se encuentran aquí y en áreas similares. Destacan especies como la crucífera Euzomodendron bourgaeanum (endémica de Tabernas), Limoniun insignis y la parásita Cynomorium coccineum, mientras que las ramblas están pobladas por taray y adelfa. Además, fue declarado Zona de Especial Protección para las Aves, pues alberga especies que pueden observarse principalmente en las ramblas y roquedos, donde encuentran refugio y lugares para anidar. En fin, ¡un aprendizaje total!

De interés geológico y como dibujadas por la mano de un ser sobrenatural, es posible observar diversas formas naturales como micro cráteres, formados por el impacto de gotas de lluvia, chimeneas de hadas, surcos, gullies, sismitas, arrecifes fósiles, como el de Cariatiz, o cuevas llenas de magia, como ocurre con las de yeso de Sorbas, además del emblemático Cerro Alfaro. Con todo, también debemos disfrutar de sus frutos, como el afamado AOVE del desierto y los cítricos del valle del río Andarax.

Todos sabíamos de las pelis que se rodaron durante las décadas de los 60 y 80 del siglo XX, convirtiéndose así el desierto de Tabernas en un inmenso plató para el rodaje de numerosas películas del género spaghetti western, pero es que hoy, y de la mano de empresas especializadas, también podemos disfrutar de unos paisajes que darán satisfacción a los cinéfilos más exigentes.

Lo cierto es que me asombró este paisaje único y la inquietud de estar en plena aridez.

"Un oasis almeriense": Sierra de Alhamilla y Desierto de Tabernas