Geoparque de Granada y Desierto de Gorafe
Nuestra ruta nos lleva hasta el Geoparque de Granada, un espacio tan grande como la provincia de Soria del que es imprescindible comenzar haciendo una pequeña introducción.
Realmente, para conocerlo necesitarías el tiempo que nunca se tiene, por lo que es muy recomendable contratar los servicios de alguna de las muchas empresas de ecoturismo del territorio. En este caso, Goyo Garrido nos acompañó con su 4x4 por lo más emblemático del Geoparque, según nuestras necesidades y tiempo, y nos ilustró con su sabiduría y pasión.
Reconocido por sus valores geológicos y paleontológicos como Geoparque Mundial de la UNESCO, también cuenta con un enorme patrimonio histórico, cultural, ambiental y paisajístico. A nivel europeo, se trata de uno de los paisajes menos alterados por la acción humana. Pliegues, fallas aún en activo, antiguas lagunas lacustres… nos relatan cómo se conformó la cordillera Bética, pero es que además cuenta con afloramientos muy singulares a escala mundial: sus sismitas.
Destaca la presencia de un importante conjunto de yacimientos paleontológicos, que nos muestran cómo eran los vertebrados continentales del Cuaternario europeo. Con más de 150 localidades identificadas, de entre ellas la Estación Paleontológica de Fonelas. Pero es que también encontramos algunos de los restos humanos más antiguos del continente europeo, con más de 1 millón de años de antigüedad (Orce). Sus miradores nos ofrecen un resumen visual de los diferentes aspectos geológicos y geomorfológicos —os recomiendo subir al del Puntal de Don Diego, en Gorafe, para vivir la majestuosidad de desierto de Gorafe—. ¡Espectacular! Finalmente, acoge un paisaje humanizado más que singular: viviendas excavadas en las rocas sedimentarias del Geoparque, las casas cueva que hoy ofrecen una amplia oferta de alojamiento rural.
Guadix: Pura historia
Para empezar la ruta por el Geoparque, quedo con Goyo en la Plaza de las Palomas, un espacio público diseñado a semejanza de las plazas mayores típicamente castellanas. La parada en Guadix es obligatoria ya que es uno de los asentamientos más antiguos de España, conocida como Julia Gemella Acci por los romanos y Wadi Ash durante periodo andalusí. Su ubicación geográfica es privilegiada y su increíble centro histórico cuenta con un gran número de monumentos. En Guadix, un collage de colores rojo, ocre, verde y azul, destacan la catedral y su orgullosa alcazaba, antigua fortaleza musulmana.
Tras ella, el caserío se extiende hasta mezclarse con un bellísimo laberinto de Badlands rojizos que vienen a romper contra la blanca silueta de Sierra Nevada. Puedo sentir el palpitar y la huella de las culturas que la hoyaron: ibérica, romana, andalusí, judía y castellana.
Como ruta geológica obligatoria, Goyo me plantea visitar sus Miradores, alguno con nombre sugerente: del Fin del Mundo, pero antes nos detenemos en el Centro de Interpretación-Cueva Museo y degustamos un vino en una de las muchas bodegas que, en gran número, vienen haciendo caldos DOP absolutamente premium.
Miradores del fin del mundo, hasta donde te alcanza la vista
En esta ocasión el 4x4 de Goyo nos permite llegar a uno de los miradores, en Marchal, situado al borde de un acantilado sobre el río Alhama y dominando un conjunto de cárcavas (badlands) de gran belleza: el monumento natural Cárcavas de Marchal. Desde ambos miradores, además de unas vistas impresionantes, pueden comprenderse con facilidad los paisajes del Geoparque y en, gran manera, la evolución de los mismos. Se divisan las montañas que rodean y delimitan el Geoparque y Goyo me explica que la llanura se formó por el relleno de la cuenca, durante el periodo en que sus ríos no tenían salida al mar. Cuando finalmente se colmató y los ríos encontraron su salida, la erosión se acentuó y arañó el valle hasta dar forma a los barrancos que hoy podemos apreciar.
Además, desde aquí se aprecia la fisonomía de los pueblos de la zona y el perfil de las chimeneas de sus casa-cueva, pero también los vestigios de cuevas medievales excavadas en los acantilados, las iremos a visitar más tarde. En cuanto a las formaciones geológicas, destacan los badlands con un modelado muy característico: el piping o tubificación, que ofrecen unas columnas y chimeneas naturales espectaculares. Tuvimos un día lluvioso y ventoso, pero para los amantes de la naturaleza, los fotógrafos y cualquiera que busque contemplar la belleza natural en su máxima expresión. ¡esto es alucinante!
Parada obligatoria: Bodega Toral
Pablo Toral y Noelia están haciendo unos vinos de autor excepcional que, de hecho, bebieron los mandatarios europeos en Granada el pasado 6 de octubre del 2023.
Nos ofrecen una degustación y nos confiesan que ellos no quieren estar bajo ninguna DOP, pues prefieren soñar y hacer lo que les gusta. Imprescindible una visita www.bodegatoral.com. Pablo Toral (620849021)
Casas cuevas, el tiempo se detiene
Una de las cosas que más me impresiona es la temperatura de estas cuevas. Fuera, un viento y un frío insoportable, y dentro, la sensación térmica es como si la calefacción estuviese puesta. Sin duda, es lo más ecosostenible que existe. La temperatura es de unos 18º todo el año. Otro factor característico son las chimeneas blancas que asoman de la tierra como aventurándonos un cuento.
Hacemos una parada en un centro de interpretación. Allí, a través de un video, nos explican La Cueva de la Tía Micaela, que es la suma de un conjunto de habitáculos rupestres, tipo refugio, realizados por la mano del hombre.
Fueron excavados en la roca a finales del siglo X por poblaciones norteafricanas, ocupada por bereberes y durante el periodo nazarí y, finalmente, abandonada en el siglo XIV. El conjunto de la Cueva de la Tía Micaela, localizada en el término municipal de Cortes y Graena, se compone de distintas estancias distribuidas en tres niveles y unidas entre sí mediante pasillos, escaleras y pozos de comunicación: una verdadera y apasionante fortaleza excavada en la arcilla. La cueva tenía un único acceso protegido por un pozo, un matacán y una rueda de molino que bloqueaba la entrada.
Desierto de Gorafe, otro paraíso por descubrir
La vista se te llena del color rojizo de la arcillo, lo que justifica que también sea conocido popularmente como el Desierto de Los Coloraos. Goyo me cuenta que el desierto de Gorafe cuenta con una extensión próxima a los 1.400 km2 y que, a pesar de su actual y marcado carácter estepario y semidesértico, permaneció durante millones de años bajo el mar hasta ascender finalmente de las profundidades. Posteriormente, experimentó de nuevo la sedimentación y erosión provocada por los ríos Fardes, Guadalentín y Guadiana menor, entre otros, y la acción continuada de las precipitaciones y el viento, hasta dar lugar a un paisaje marcado por cañones, gargantas, crestas y cárcavas en diferentes tonalidades ocres, grises y blancas.
Visitamos los miradores de el Puntal de Don Diego y el Cerro Bandera. Lo cierto es que este lugar es increíble para hacer rutas de senderismo, BTT o excursiones 4x4 y, como no, recomiendo nuevamente a Goyo Garrido Adventures (ww.goyogarridoadventures.com).
Ajeno a su geología, pero no del todo, imprescindible visitar el Conjunto Megalítico de Gorafe, ¡con más de 200 dólmenes!, y el Complejo Astronómico Los Coloraros, reconocido como Campamento Starlight.
Fotografías: Txema (@txemafv85)
Alojamiento
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