Imagínate alojarte en una experiencia artística.
Alojamientos por amor al arte
Las paredes respiran historia y las obras de arte hacen de cada rincón una maravilla.
El 15 de abril es el Día Mundial del Arte. Si eres amante del arte, quieres celebrarlo y, además, buscas un alojamiento con encanto que comparta tu sensibilidad, te encantará conocer estos hoteles y casas rurales que han convertido sus espacios en auténticas galerías de arte, con obras artísticas que no solo sirven como decoración, sino que también cuentan historias únicas y convertirán tu estancia en una experiencia inolvidable para los sentidos.
Hotel Mardenit
En la localidad de Orba, en el corazón de la comarca de la Marina Alta, se levanta el exclusivo hotel boutique Mardenit. Su anfitrión, Ruben M. Riera, decidió culminar un proyecto ya iniciado por su padre cuando compró una vieja casa con la intención de convertirla en casa rural. Él, joven artista contemporáneo especializado en pintura, retomó el proyecto que había quedado parado y le imprimió su toque personal en cada una de sus cinco habitaciones, en las que rinde homenaje a los espacios naturales de la región, donde había crecido.
Gran Villa Palmera
Una villa de estilo colonial construida en los años 80 es hoy uno de los alojamientos con más personalidad de La Palma donde los amantes del arte encuentran su propio paraíso.
El estilo del diseño interior combina el modernismo brasileño y la cultura pop actual con mobiliario y elementos típicos palmeros hábilmente restaurados. Y es, sin duda, su excepcional colección de arte la que hace de Gran Villa palmera un lugar especial. Así, el jardín está presidido por la escultura "Black Palm” del artista británico Douglas White que se funde con las palmeras naturales y pone de manifiesto el tema del reciclaje y la ecología. Según afirma el propio autor, la serie de esculturas ‘palmeras negras’ fue inspirada por el impactante contraste de las formas carbonizadas de las palmeras enfermas entre el exuberante paisaje tropical de Belice. Al ver los restos de neumáticos reventados en los arcenes de las carreteras del país, decidió explorar las posibilidades estéticas y narrativas de estos materiales que, de otro modo, quedarían desechados, creando así sus palmeras negras. Tras conversaciones con Bernd Rathjen, anfitrión de Gran Villa Palmera, que estaba inmerso en una remodelación de la casa y los jardines, decidió crear una para esta casa rural que compartiría espacio con las palmeras propias del paisaje de La Palma. De este modo, el artista cree que su proceso de transformar objetos descartados ofrece una visión alternativa del mundo y de su posible futuro, porque, como diría el químico y agrónomo Antoine Lavoisier: "Nada se pierde, nada se crea, todo se transforma".
Además de la Palmera Negra que domina en el jardín, en el interior de la casa se exhibe una galería de fotografía contemporánea en blanco y negro, con obras de artistas fotográficos como René Buri, Mick Rock, Mario Sorrenti, Dennis Stock, Olaf Heine y Mary Mc Cartney, mientras que en las habitaciones y salones hay más obras de obras de artistas como JR, Richard Phillips, Jonathan Meese. 4000, André, Jaybo Monk, Jim Avignon o KAWS.
Hotel Molino Tejada
El Hotel Boutique Molino Tejada es un antiguo molino de piedra del siglo XVI reconvertido en un hotel en el que se respira arte, cultura y diseño en cada rincón gracias al toque personal y repleto de sensibilidad que ha sabido darle su anfitriona, la diseñadora cántabra Celia Tejada.
En el interior, sus habitaciones están asociada a nombres ilustres de la literatura, y una de sus cabañas independientes está decorada con el toque colorista del artista cántabro Okuda, quien también es el artífice de las estrellas que salpican la piscina. El edificio principal, está decorado con elementos rústicos y contemporáneos, muebles hechos a mano por Higinio González, un artesano local, además de otros detalles que la diseñadora adquirió en sus viajes. Pero no todo queda dentro, ya que la finca de 15.000 m2 en la que se encuentra el hotel, alberga jardines donde es posible disfrutar de otras obras de arte, como son las ovejas-cuadro de Adrián Segura.
Palau de Miravet
Palau de Miravet es una casa singular Rusticae que data del siglo XIV. Destruida durante la Guerra de los Segadores, y reconstruida en el siglo XIX, fue adquirida en 2008 por los hermanos Santiago y Joaquim Marsal, quienes pusieron en marcha el Proyecto Mir en Miravet. Tras la restauración y acondicionamiento se convierte en centro de arte y casa de huéspedes dedicado a la figura del pintor Joaquim Mir, quien residió y dedicó parte de su obra a Miravet entre 1929 y 1930, y hoy está declarada Bien de Interés Cultural gracias a una restauración fantástica en la que se han conservado los muebles originales y se ha recuperado la decoración original, que ha sabido conjugarse con maestría incorporando frescos de Joaquim Marsal y copias de obras de Joaquim Mir que se exhiben en el salón, entre otros trabajos repartidos por todo el Palau.
Un gran fresco con golondrinas danzantes recibe a los huéspedes al entrar en el Palau, y sube por la escalera hasta el primer piso donde la decoración mural continúa ascendiendo con una composición de frescos neobarrocos y modernistas alrededor del retrato que Casas hizo de Joaquim Mir, dentro de una marco de Jujoll y toda una apoteosis de amorcillos que sostienen una esfera de luz; dos de ellos representan a Santiago Marsal (propietario) y Joaquim Marsal (copropietario y autor de la recreación). El fresco continúa con el cielo de nubes esteladas que Joaquim Mir pintó en Montserrat sobre la barca del viejo Amadeo y, a la derecha, el mural Fantasía del Ebro II.
El Palau dispone, además, en la primera planta, de un salón noble convertido en galería de arte donde se muestran varias reproducciones de reconocidos cuadros del pintor Joaquim Mir, entre ellos Fantasia de l’Ebre II (cedida por el Museo Reina Sofía de Madrid).
¡Conoce más alojamientos como estos, no te los puedes perder!