Casas rurales de alquiler completo y apartamentos con jacuzzi, donde disfrutar de la escapada perfecta solo o acompañado, relajándote en un maravilloso jacuzzi.

Si quieres, puedes ver una selección única de Hoteles con Jacuzzi en habitación Cualquier momento del año es perfecto para escaparse y salir de vacaciones solo, en pareja o familia. Seguro que la experiencia es completa si se puede disfrutar de un momento de relax y desconexión en un jacuzzi. ¿Cómo preparar este momento relax? Te recomendamos que tomes tu tiempo y sigas nuestros consejos para que ese momento y ese espacio se convierta en un remanso de paz, salud y tranquilidad.

1.- Ambiente relajante
No es preciso tener un jacuzzi de grandes dimensiones para disfrutar de la sensación de un tratamiento de spa. Lo que sí debes tener en cuenta antes empezar: pon el móvil en modo avión (la avalancha de mensajes que estamos recibiendo estos días no hace sino alimentar más el estrés) y prepara la iluminación con luz tenue o velas. Pon música relajante.

2.- Preparar el jacuzzi
Para conseguir un «efecto spa», abre el grifo del agua caliente para crear todo el vapor posible. Con esto conseguirás abrir los poros de la piel para que empiecen a purificarse. Disfruta de este momento dedicando unos instantes a respirar profundamente para empezar a relajarte.
Para el jacuzzi, añade unas gotas de aceite o de gel de baño en el agua y sumérgete en ella. Elige productos cosméticos que tengan una fórmula con ingredientes que induzcan a la relajación, como la lavanda, y no permanezcas sumergida más de 15 minutos, pues el exceso de calor puede provocar una bajada de tensión, además de ablandar la piel más de lo recomendable.
Nuestras propuestas:

Espuma de baño: es un elemento básico del baño de burbujas. Las hay específicas, aunque no son otra cosa que jabones con una elevada capacidad para crear espuma, y eso implica que se trata de jabones con muchos químicos. En caso de que se prefiera algo más natural se puede usar un jabón poco espumoso (o ninguno) y conseguir las burbujas con bombas de sales de baño, por ejemplo. En todo caso, el efecto de la espuma se puede potenciar con el añadido de una clara de huevo, que ayuda a mantener las burbujas.

Sales de baño: se trata de un tipo de sustancias que se parecen a la sal común pero que incorporan otras sustancias, como el magnesio o la glicerina y que tienen distintas acciones sobre la piel durante el baño, entre ellas la que hacerla menos permeable y permitir baños más prolongados, además de propiedades antisépticas, exfoliantes y astringentes. Actualmente estas sales pueden encontrarse a la venta tanto en formato de sal como unidas en bombas de agua, es decir, comprimidas en objetos sólidos que, al entrar en contacto con el agua, entran en efervescencia y provocan un burbujeo notable. También se pueden adquirir kits y moldes para crear nuestras propias bombas efervescentes.

Aceites esenciales: aceites que contienen la esencia de distintas plantas y que resultan beneficiosos para el organismo. Añadir alguno al agua del baño puede ayudarnos a relajarnos, aliviar tensiones o dolores variados y, además, conferirá al baño un aroma maravilloso

3.- Exfoliación
Es el momento de comenzar con la exfoliación. Puedes utilizar un cepillo o guante específico o un producto exfoliante que arrastre las células muertas con suavidad.

4.- Mascarilla facial
En el rostro puedes aplicarte una mascarilla facial aprovechando que en estos momentos la piel está preparada para absorber mejor los activos.

5.- Agua fría
Antes de salir del jacuzzi, date una ducha alternado agua caliente y fría para estimular la circulación, y, una vez fuera, envuélvete con una toalla para secarte.

6.- Hidratación
Tómate un par de minutos antes de aplicarte la hidratante con un masaje por todo el cuerpo.

7.- Infusión relajante
Termina la sesión de spa con una infusión roiboos o con un zumo detox, que te reconfortará y te ayudará a volver a retomar el ritmo del día.

Fuente: elespañol.es